La soledad no consiste en estar solo, es estar donde ni uno mismo está- Ricardo Reis


El Síndrome del Príncipe Azul ha evolucionado. Las creadoras ya no sólo estamos jodidas porque los hombres no se acercan para nada perfil vendido por Disney, la vida en general no se acerca a lo que vende Hollywood!!!! Ninguna tiene el trabajo perfecto, ni los amigos perfectos, ni la plata suficiente.... Probablemente algún día escribiremos de lo maravillosa que es nuestra vida, pero siempre estaremos inconformes con algo... Así que hemos decidido escribir sobre todoo lo que nos jode la existencia!!! Será inconsistente si, porque tratará de todo y de nada, al mismo tiempo, de problemas y éxitos, amores y desamores, trabajo y ocio, sexo y amor... de todo y de nada, al mismo tiempo.




sábado, 19 de febrero de 2011

La historia de Cata- Parte I

Esta siguiente historia nos la contaron en una noche de chicas con mucho tequila... nos dieron permiso de publicarla siempre y cuando cambiaramos los nombres, los lugares etc... así que, sin más preámbulos, la histora de "Catalina-Parte I":

Le había gustado desde el primer instante en el que lo había visto. Una traga de verdad, con todas las de la ley, era lo que le pasaba a Cata con Juan Carlos. Se moría por verlo, se volvía muy coqueta cuando estaba con el, aunque sabía que tenía novia, se ponía solo un poquito más linda cuando sabía que el iba a estar viéndola. Puede que muchas de ustedes condenen a Cata por falta de solidaridad de género cuando les cuente que el hecho de que él llevaba cinco años con su novia la traía sin cuidado. El deseo de estar con el, de la forma que fuera, era más fuerte que cualquier norma social establecida. Pero él era incorrompible. La miraba mucho, si. La tocaba sin razón aparente, si. Ponía su cara a apenas un par de centímetros de la de ella cuando salían a bailar, si. Pero nada más. Cata sabía que ella le gustaba tanto como él a ella, pero él no parecía dispuesto a hacer nada al respecto. Lo cual lo hacía, si era posible, aún más apetecible.

Pasó un año y Cata decidió que era hora de superar la traga y cuadrarse con alguien más. Así lo hizo, y tres años después seguía en una relación feliz y con Juan Carlos bien guardado en un pequeño rincón de su mente. Sin embargo, cuando uno ya no piensa en alguien no se toma un par de minutos todos los meses para revisar el Facebook de la persona en cuastión y asegurarse de que sigue en una relación. ¿Cierto? Pues eso es precisamente lo que estaba haciendo Cata cuando sin previo aviso, lo vió: Juan Carlos Moneda: Soltero. El estómago y el corazón se le cambiaron de sitio y las manos le empezaron a temblar mientras que, casi sin pensarlos, tomó el celular y marcó su número. -¿Aló?. Su voz llegó como si no hubiera pasado un solo segundo desde la última vez y una sonrisa idiota se apoderó de Cata mientras respondía: -Hey, hola. Hablas con Cata Mazuera. Él se rió desde el otro lado y dijo -Sí, yo se. El resto de los órganos de Cata terminaron de revolverse mientras el pronunciaba las palabras mágicas:

-Entonces, ¿cuando te dejas ver?

Cuando habló su voz sonó sorpresivamente calmada.

-Pues, hoy no iba a hacer nada. Hasta ahora.

El corazón le latía tan fuerte que le dolía.

-Dale. ¿Porqué no vienes a mi casa?

CONTINUARA...