La soledad no consiste en estar solo, es estar donde ni uno mismo está- Ricardo Reis


El Síndrome del Príncipe Azul ha evolucionado. Las creadoras ya no sólo estamos jodidas porque los hombres no se acercan para nada perfil vendido por Disney, la vida en general no se acerca a lo que vende Hollywood!!!! Ninguna tiene el trabajo perfecto, ni los amigos perfectos, ni la plata suficiente.... Probablemente algún día escribiremos de lo maravillosa que es nuestra vida, pero siempre estaremos inconformes con algo... Así que hemos decidido escribir sobre todoo lo que nos jode la existencia!!! Será inconsistente si, porque tratará de todo y de nada, al mismo tiempo, de problemas y éxitos, amores y desamores, trabajo y ocio, sexo y amor... de todo y de nada, al mismo tiempo.




jueves, 4 de febrero de 2010

Historia número uno: La Princesa empedernida


Todo es culpa del Príncipe Azul

Esta vez, su nombre era Camilo. Alto, mono, ojos verdes, camisa Abercrombie (el equivalente moderno a la armadura brillante) un Twingo (el equivalente moderno al valiente corcel) y un BlackBerry, (el equivalente moderno a la espada para matar dragones). En otras palabras, un príncipe. Carolina era muy linda, al menos eso pensaba todo el mundo, solo compraba ropa de marca, se arreglaba el pelo todas las semanas en la peluquería y su papá le tenía un chofer; total, toda una princesa. Así que la historia debería ser bastante simple: Príncipe con carro propio regalo de su papá el rey conoce a la hermosa princesa y dedica todos sus esfuerzos a rescatarla, para luego dedicar el resto de su vida a hacerla una princesa muy pero muy feliz. Y por supuesto, tenía que hacerlo todo en camisetas Abercrombie, jeans Levis, converse y sin sudar. ¿Era acaso pedir demasiado? Claro que no, pensaba Carolina, así es simplemente como debe ser: Yo soy una princesa y no me voy a conformar por menos que un Príncipe Azul. Sin embargo, por alguna extraña razón, las cosas nunca parecían funcionar exactamente bien. Siempre sucedía algo, a veces el príncipe no sabía combinar exactamente bien su ropa y no se veía demasiado bien, algunos príncipes tenían demasiado gusto por el alcohol y terminaban estrellando su carruaje, o en el peor del los casos, estaban tan borrachos que a la Princesa le tocaba pedir un taxi. Horror. Algunos príncipes no parecían entender muy bien su labor de hacer feliz a la Princesa, y otros no captaban el hecho de que un príncipe digno de una princesa no puede tener un asqueroso grano en la punta de la nariz. En fin, debajo de su apariencia de príncipes perfectos siempre resultaban siendo pedantes, arrogantes, feos, bobos, borrachos, tacaños, descuidados o irresponsables. Algunos incluso parecían ser príncipes árabes, pues les gustaba tener más de una princesa.
Pero esta vez había sido demasiado; ya no podía soportarlo más. Este príncipe había estado tan cerca de ser perfecto, casi lo había logrado. Llevaban seis meses juntos y Camilo había ejecutado su papel a la perfección, tanto así que Carolina incluso había empezado a dudar ser una princesa lo suficientemente hermosa y perfecta para semejante príncipe. Por supuesto nunca se lo había dicho a él y todo su séquito de princesas/amigas le habían asegurado vehementemente que eran una pareja absolutamente perfecta que no se podían ver mejor juntos y que eran la envidia de todo el mundo. En otras palabras, después de tanto tiempo de arduo trabajo la princesa había logrado encontrar a su príncipe azul.
El teléfono de Carolina, un BlackBerry último modelo con forro rosado, sonó de repente arrancándola de sus pensamientos.
- H-oo-l-a Laau-riis - Logró contestar sollozando
- Caaaaaaaro, ¿estás bien?
- AA-já, más o menos
- Aaaay linda ¿quieres que pasemos por tu casa? Enserio no lo podemos creer!
- Yo se!!
- Camilo es un imbécil, no estés triste por un imbécil, bueno?
- Ok…
- Llámame más tarde que Yeyo va a entrarnos gratis a Genoveva.
- No se Lauris…hablamos más tarde, un beso
-Bueno un beso, llámame.
Esa misma tarde Caro estaba en su casa cuando Camilo le mando un mensajito que decía. “Necesito verte, ¿podemos ir a tomarnos un café en el Juan Valdéz del parque?” Ella había sonreído pensando en su belleza de novio que no podía pasar un día entero si verla. Se encontraron en el parque y ella iba a darle un beso cuando él aparto levemente la cara y la besó en la mejilla: Primer síntoma de que algo estaba muy mal. “¿Nos sentamos?” Preguntó Camilo y prosiguió a indicarle una mesa al fondo de la tienda donde era difícil que alguien los viera: segundo síntoma, a Caro y Cami les encantaba encontrarse gente conocida en el parque. Caro se sentó cautelosamente, mirándolo a los ojos, observando todos sus movimientos. “Mira linda… la verdad es que tu eres una persona genial, enserio….pero las cosas no están funcionando… yo estoy en un momento en mi vida en el que tengo que decidir muchas cosas, y creo que lo mejor para los dos es que terminemos” Los oídos de Carolina se pusieron rojos de la ira y la humillación, los ojos se le llenaron de unas lágrimas traidoras y cuando habló su voz sonó frágil y temblorosa: “¿Qué?” Simplemente no era posible…ella había decidido que él era su príncipe perfecto, ella lo había escogido, ¿¡Cómo se atrevía a terminar con ella!? ¿!Es que acaso no entendía!? Él volvió a repetir sus excusas sin sentido pero ella ya no oía nada…no entendía cual había sido el problema…todo el mundo pensaba que eran tan perfectos…
Una semana después Carolina decidió que simplemente Camilo la había engañado, que era un pobre imbécil, que se había aprovechado de ella, le inventó defectos que no tenía y lo convirtió en un monstruo en su cabeza. Incluso logró convencerse a sí misma de que terminar había sido idea de ella y de que Camilo había llorado y le había rogado que le diera otra oportunidad. La verdad, es que Camilo se había cuadrado con Carolina porque le parecía linda y porque era amiga de todos sus amigos…pero cuando estaba con ella se sentía como un perro de exhibición que ella paseaba por toda la ciudad y que para ser competente, tenía que ser absolutamente perfecto.

1 comentario:

  1. Hola, mi nombre es Alejandra y leí tu blog. Me parece un poco raro que me siento un poco identificada con la historia, le pasó a alguien que tu conoces? Están super.

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